16 de noviembre de 2010

Moda con Tendencias Responsables

Una buena noticia: el sector de la moda va madurando su responsabilidad y camina hacia el compromiso con el ecosistema y con las comunidades donde fabrican sus productos.

Leía el otro día que marcas de lujo como Prada, Maliparmi o Ecoalf trabajan reciclando materiales y apuestan por la durabilidad, en un esfuerzo por conseguir la sostenibilidad de los recursos. Así, reinterpretan y crean nuevos modelos dando una segunda vida a objetos, en perfecta consonancia con la innovación, la creatividad, la estética y la moda.
Otras marcas como Ermenegildo Zegna trabajan con sus proveedores concienciándoles de la importancia del cultivo o crianza responsable-sostenible; y otros como Roberto Verino reciben telas elaboradas por comunidades en vías de desarrollo, que previamente han sido ayudadas a adaptar sus trabajos a las tendencias del mercado para facilitar su comercialización. Ayni, la marca de Respuestas Solidarias, da un paso más y compromete todos sus beneficios en la mejora de las condiciones de vida de las personas que viven en la pobreza.

Cada cual según le parece, pero todos llenando de responsabilidad los procesos empresariales. Una buena noticia, siempre que esta responsabilidad sea real, consecuente y no algo puramente marketiniano.

17 de mayo de 2010

El poder de un consumidor


Todos somos consumidores y consumir no es sólo comprar. Consumir no es un acto vanal, no es algo indiferente. Hemos de ser conscientes de que un consumidor -todos lo somos- puede incidir mucho en las políticas de las empresas. Orientar nuestro consumo hacia una u otra marca es un ejercicio de poder que repercute en las empresas. Y si es posible, que lo es, estaría bien que al consumir pudiéramos premiar a las empresas con comportamiento responsable o verdaderamente comprometidas con el desarrollo de los más pobres, y castigar -es decir, no comprar- a quienes en su hacer se aprovechan de los trabajdores, o simplemente buscan el lucro sin más compromiso.

Para adoptar esta actitud solo necesitamos una cosa: pensar al consumir; reflexionar mientras paseamos con el carrito por el supermercado, o vamos mirando lo que nos ofrece la tienda en la que estamos. Interrogarnos al coger uno de los productos: ¿es esto lo que necesito? ¿cual de estos sé que defiende valores importantes? Así, priorizamos una marca porque tiene valores que compartimos, castigamos otra porque no se comporta de forma responsable con sus trabajadores... elegimos productos que favorecen el desarrollo de personas en la pobreza, etc.

Para esto, claro está, necesitamos información y no siempre la tenemos. Desde aquí, queremos ir recopilando entre todos los consumidores, productos y marcas responsables y solidarias; así como denunciar aquellas de las que tengamos constancia que no lo son.

Contamos con vuestra ayuda para ir sugiriendo productos, marcas, servicios, con esta filosofía. Agradecemos todos vuestros comentarios y ya sabeis ¡pensar cuando vais a comprar!